26 de octubre de 2011

Mi vida en tu corazón. | Cap. 9

Cuanta razón tenía yo en ese momento. Jamás iba olvidarle. Incluso ahora, a mi vieja edad, no puedo dejar de pensar en Evan. Todo me recuerda a él.
El mar, la luna, las olas. Incluso el viento me susurra si nombre.
Después de  lo bonito que viví con él, todo se volvió peor. Preferiría haber muerto el día de la operación. Nunca me habían gustado los quirófanos, y a partir de ese día, menos.
¿Por qué?
Porque al día siguiente de tener mi corazón nuevo, cuando fui a la playa, Evan no estaba.
Me recorrí más allá de la arena, llorando, y llamándole con la garganta en carne viva.
No lo encontré.
Al fin me había abandonado. Pero cuando no me lo esperaba.
¿Por qué ahora que estaba curada y dispuesta a estar con él para siempre?
Esa pregunta me la hacía cada mañana, al despertar. Se quedaba sin contestar y otra vez me ponía a llorar.
Pero a pesar de eso, cada noche seguía yendo a la playa, aún con la esperanza de que me esperaría allí, para poder ser felices otra vez. Pero nada, allí no había nadie. Me sentaba sola en la arena yy observaba como se balanceaba la barquita... lo que me hacía más difícil respirar.
Nunca, en ningún momento, llegué a odiarle como él me dijo una vez. Yo aún lo amo.
Por eso, no llegué a casarme. Mi familia se enfadó, como se esperaba, pero me daba igual, jamás podría estar con otro hombre que no fuera Evan.
Me acuesto en mi cama y espero con tranquilidad la muerte. Desde muy pequeña aprendí a no temerla, por eso, en este momento, soy feliz sabiendo que ya no sufriré más.

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