Cómo todas las gotas van al mar,
todo el amor ha de acabar.
Ella morirá con un suspiro,
y él vagará solo y perdido.
Los dulces besos se habrán ido.
¿Y entonces para qué un latido?
Tristes y derribados sueños.
Tristes y dolorosos recuerdos.
Quizás nunca volverán a querer.
¿Amarán para perder otra vez?
Verán con dolor sus frías manos,
igual que con sus vacíos brazos.
Y lo triste es, que están alejados,
pero no, no se han olvidado.
Jamás, jamás dejes de amar,
porque todas las gotas van al mar.
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