¿Ángel o Demonio?

Annie paseaba, sin pensar en nada. Cruzaba la carretera, y nada había, ningún coche pasaba, o eso creía. Un coche avanzaba cada vez a más velocidad, y aturdida, inmovilizada, ella se encontraba. Pero de repente, todo pasó, un chico que pasaba le salvó. El era Marco, alto, de cabello negro y ojos casi opacos.
A partir de ese día, siempre le veía. Saludándose con la sonrisa y la alegría. Y la pillaba por sorpresa, tapándole los ojos, le decía: "Toc, toc. ¿Quién soy?" Y ella respondía: "Un ángel, ¿no? Y los dos reían. Presos de esa alegría incontenida, que se escapa como carcajada y que muere exhalada. Pero, todo cambió, como una simple despedida, como un doloroso adiós. Una noche cualquiera a él lo vió, con los ojos rojos y la mirada de odio. Y entonces lo supo, no era un ángel, su ángel. Él se giró y la vió. Todo odio desapareció, convirtiéndose en amor. Ella no sabía si lo perdonaría , pero si adivinó que esto no bastaría, para poder cambiar lo que sentía. Y a la mañana siguiente, a la salida de un baño, toda empapada y con el albornoz atado, alguien la boca le tapó. Ella no se asustó. A esas manos las conocía. Manos fuertes, frías. Habló con pena, con tristeza: "Toc, toc. ¿Quién soy?¿Ángel o demonio?" Y con el corazón en la mano, escribió en el espejo empañado: "Mi amor"